domingo, 27 de enero de 2019

Campesinas

Campesinas. Talla en madera

Habiéndose criado en el campo y pasado la mayor parte de su infancia y juventud al cuidado de los rebaños —buen conocedor, por consiguiente, tanto de las miserias y fatigas como de las alegrías y satisfacciones que puede proporcionar ese entorno— no es de extrañar la fascinación que aún le suscita a Serapio el modo de vida tradicional y los usos y costumbres de la vida campesina. Si, como hemos reflejado en otras ocasiones, Pastor con rebaño en la dehesa. Talla en maderasu mayor estímulo a la hora de trabajar es el de plasmar en la madera lo que le parece auténtico y hermoso, una motivo como este, en que podemos ver a dos mujeres ataviadas con su ropaje característico, charlando amigablemente durante un receso en sus faenas cotidianas —la una ocupada en ir por agua y la otra en recoger fruta—, no puede dejar de parecerle atractivo.

A lo largo de los años, en no pocas ocasiones he podido percibir la emoción que a mi padre le suscita el recuerdo de aquella época lejana; de la plenitud y felicidad que llegó a experimentar, a pesar de que por aquel entonces, en pleno periodo de postguerra, escaseaban los recursos y eran muchas las dificultades. La verdad es que ha conservado una imagen bastante positiva, casi idílica, de aquellos tiempos —quizá haya en ello algo de nostalgia de la juventud—, cuando «con un simple apretón de manos se sellaban los contratos» y todo era natural y sencillo en comparación con la ajetreada y en muchos sentidos sórdida y contaminada vida moderna, a la que tuvo que irse adaptando desde que dejó aquella Arcadia —tan real entonces y que el tiempo ha ido trocando en imagen ensoñada— para incorporarse al servicio militar. Como tantos otros que sucumbieron al reclamo, al seductor canto de sirena de la gran urbe, nunca más ha vuelto a aquella vida en estrecha comunión con la naturaleza, atrapado, tal vez, como tantos otros, en la inercia de las circunstancias; o siguiendo, de un modo más o menos determinado, la ruta que el destino le ha ido trazando.

OTRAS OBRAS RELACIONADAS:

Campesinos era arcaica. Talla en madera
Para este cuadro de grandes proporciones (126 x 121 cm.) a mi padre le sirvió como modelo una viñeta de Conan el Bárbaro, un cómic al que yo era muy aficionado de adolescente y que coleccionaba. Ojeando una de estas publicaciones le pareció que esta imagen, donde puede verse a una humilde familia campesina alrededor de la mesa a la hora de comer, se adaptaba muy bien para tallar una escena de estilo costumbrista; aunque dicha escena no sea representativa de ninguna región de nuestro entorno histórico o geográfico, pues, como es bien sabido, Robert E. Howard situó a su mítico personaje en una época ficticia, la Era Hiboria, anteriór al surgimiento de las primeras civilizaciones conocidas.
campesinos era arcaica-small. Talla en madera
Esta versión es posterior en el tiempo y muy inferior en tamaño a la precedente. Mide tan solo 34 cm. de lado y fue concebida exprofeso para que pudiera transportarse con comodidad. Mi padre la utilizaba como muestra y como complemento de un álbum fotográfico cuando se dirijía a alguna entidad para solicitar una exposición, es decir, realizó esta versión únicamente con objeto de promocionarse.
Castilla. Talla en madera
En mi opinión, esta talla sintetiza de modo espléndido las principales características de la tierra ancha de Castilla. Él la conocía muy bien y estaba al tanto de las vicisitudes de la agricultura, de la importancia del trigo, de la frecuente escasez de precipitaciones. Muchas veces mi abuelo y él habían aprovechado con los rebaños la temporada de la rastrojera en diferentes términos municipales, en los meses de verano, después de la siega, bajo un sol de justicia. Tamaño: 95 x 74 cm.

Ya vimos con anterioridad:

El establo. Talla en madera.

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