domingo, 23 de octubre de 2016

Un encargo inesperado

Bastón Galicia. Talla en madera

Un día cualquiera, a principios del verano, se presentó en nuestra casa un familiar (concretamente, el cuñado de una sobrina de mi padre) portando una rama de un árbol, ya pelada y desbrozada, que por sus dimensiones y características bien podría utilizarse de bastón; aunque con una peculiaridad: tenía una empuñadura más bien extraña, caprichosa y poco convencional.

Mi prima vive en Galicia, y su marido, que había tenido la ocurrencia y era quien efectuaba el encargo, al parecer, se había fijado en esa rama y la había cortado pensando en mi padre, convencido de su idoneidad y de que a él le iba a parecer de lo más a propósito para tallar un bastón.

La realidad vino a ser muy distinta, pues mi padre, acostumbrado a utilizar cayada desde muy niño y con una larga experiencia en el uso de bastones, enseguida se dió cuenta de que aquel objeto de retorcida empuñadura no iba a resultar muy cómodo ni demasiado funcional. Se veía a las claras que sería bastante dificultoso apoyar convenientemente el peso del cuerpo sobre este bastón porque la empuñadura quedaba bastante desplazada del centro de gravedad, esto es, de la vertical que forma todo lo largo del bastón al apoyar perpendicularmente en el suelo. Con todo, no quiso defraudar a nuestro pariente y aceptó el encargo con la intención de realizar una labor medianamente aceptable, para que, si finalmente se demostraba que su uso resultaba poco práctico, pudieran colgarlo en un lugar bien visible, donde, al menos, quedara expuesta su originalidad; realzada de un modo considerable —excusado es decirlo— con el adorno de la talla que pensaba elaborar.

Culminado ya el empeño y entregado el bastón hace bastantes semanas (diversas ocupaciones me han impedido redactar antes este post) queremos dejar constancia de esta obra compartiendo su imagen con vosotros, lo único que, obviamente y dadas las circunstancias, conservamos, al no haberlo mi padre incorporado —sin que ello, por las razones expuestas más arriba, le pese demasiado— a su bastante bien nutrida colección.Ya vimos con anterioridad:

Bastón pájaro. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón caballo. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón cabeza de mujer. Talla en madera. Serapio Hernández bastón cabeza jabalí. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón cabeza Quijote. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón cabeza fabulosa. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón boxer. Talla en madera. Serapio Hernández. Bastón gallo. Talla en madera. Serapio Hernández. Bastón cabeza fantástica. Talla en madera. Serapio Hernández. Bastón buho. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón mono. Talla en madera. Serapio Hernández. Bastón águila. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón caniche. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón ardilla. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón búfalo. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón perro. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón caballero. Talla en madera. Serapio Hernández Bastón ave. Talla en madera. Serapio Hernández

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